octubre 6, 2018 4:53 pm
Ser influencer es un término que está ya muy escuchado en el mundo del marketing, las marcas basan sus estrategias en encontrar a las personas correctas para representarles y pagar un fee elevado a una persona para que hable y promocione productos en sus perfiles de redes ya no es algo que nos parezca raro.
Pero, es cierto que no todas las marcas saben cómo empezar a trabajar con ellos, ni qué hacer ni cómo medir resultados. La transparencia de las marcas y los influencers ha de ser uno de los puntos más importantes en la relación entre ambos, puesto que los consumidores reciben impactos publicitarios constantemente y buscan realidad en todo aquello que conlleva contratos de publicidad.
Aunque un influencer sea muy conocido y su índice de popularidad sea elevado no nos podrá garantizar el ROI a la empresa puesto que hay unos factores que no se pueden controlar y que afectan directamente a las marcas.
Pasos a seguir para trabajar con influencers:
- Saturación de contenido: tanto pagado como orgánico, cada día se reciben miles de impactos y un influencer tiene que acordar cuántas veces publicará el contenido de la marca para no saturar demasiado a su público.
- Credibilidad: si promociona cualquier producto de cualquier sector no será fiable para su comunidad puesto que sus seguidores pensarán que por dinero recomienda cualquier cosa y no por sus gustos.
- Monitorización: una acción imprescindible por parte de la marca y el influencer para conocer si realmente vale la pena colaborar con esta persona.
Aunque sigamos estos pasos, tenemos que ser conscientes que a lo mejor alguna de estas acciones no fluye ni mejora la visibilidad de la marca ni las ventas, puesto que no todos los influencers sirven para todas las marcas. Se tienen que visualizar las conexiones que hay entre los seguidores de la marca y del influencer para conocer de antemano si existe un vínculo o sinergia entre ellos que los haga prosperar en la relación.