junio 12, 2017 1:16 pm
Un amigo me dijo no hace mucho que la mejor manera de promocionar este blog era colocar fotos de personas esperando la llegada del verano. En realidad lo que recomendó es que pusiera gente con poca ropa, porque la carne vende. Lo veo cada día en algunas de las fotos de portada de las ediciones digitales de los principales diarios, por no hablar de las que llevan esta práctica a su contraportada.
No volví a pensar en esta recomendación hasta que me topé con el hombre de la foto que ilustra esta entrada en la Feria del Libro de Madrid. Paseaba su cartel anti Trump, con una referencia al Real Madrid.
- ¿Por qué?, preguntamos curiosos.
- Porque es la única forma de que hoy me presten atención.
Tenía oficio, sentido común, o una combinación de ambas. Era el sábado en que el equipo de Zidane se jugaba su duodécima Copa de Europa, el partido estaba en la cabeza de muchos y el Real Madrid se convirtió en el reclamo perfecto para conseguir un poco de atención.
Ese mismo amigo me ha escrito hoy para contarme que uno de los videos que publicó en la página de Facebook de su empresa ha superado los 28.000 compartidos, en dos días los suscriptores se han incrementado en 4.000. ¿Han aumentado sus ventas? Tendrá que esperar para decirlo, aunque de momento ha incorporado a su embudo de conversión a miles de personas que antes de esa publicación ni siquiera conocían el e-commerce. Cabría pensar que se trató de un golpe de azar, pero lo cierto es que durante años ha trabajado para que el contenido que aparece en su página satisfaga los gustos de sus clientes, sus “pequeños monstruos” (me vas a permitir que no ahonde en la broma).
Dos reflexiones y un bonus: conoce a tu público y tus acciones tendrán impacto, no desprecies los consejos de un amigo aunque no estés dispuesta a seguirlos y provoca. Como hace el propietario del cartel que está detrás de este post. Como Antonio Navalón, que hoy mismo se ha colado entre los asuntos más comentados de Twitter por dedicar una columna a los millenials, de los que asegura que “ lo único que les importa es el número de likes, comentarios y seguidores en sus redes sociales solo porque están ahí y porque quieren vivir del hecho de haber nacido”. En definitiva, como los que quieren que se hable de ellos.