abril 24, 2016 7:48 pm
Con el nacimiento de Internet, los motores de búsqueda se crearon para ayudar a los usuarios a encontrar información. Antes de que los motores de búsqueda fueran generados, Internet era un compendio de sitios FTP (File Transfer Protocol) por los que los usuarios debían navegar manualmente para encontrar aquello que estaban buscando.
Cuando se crearon nuevas herramientas de búsqueda con algoritmos únicos para recoger, organizar y posicionar la información que contenían las páginas web, los diseñadores de sitios web se dieron cuenta de la necesidad de trabajar para que éstas lograran ser mejor posicionadas por los diferentes motores de búsqueda. Generalmente, se obtenía mejor posicionamiento al utilizar ciertas palabras claves, lo que atraía más tráfico a la web. Por eso, el estudio de la optimización de motores de búsqueda (SEO o Search Engine Optimisation) surgió del deseo de los webmasters de ganar las primeras posiciones según la búsqueda por palabras clave, de forma que aumentara el número de visitantes a sus páginas.
SEO es la disciplina que se ocupa de maximizar el posicionamiento web en función de las reglas que utilizan los motores de búsqueda para obtener los primeros lugares en las búsquedas de los usuarios de forma natural. Incluye, como hemos comentado en posts anteriores, elementos “on page” y “off page” que los motores de búsqueda consideran valiosos.
SEM (Search Engine Marketing) es un término más amplio que se refiere a las estrategias que aseguran que una página web posiciona bien en las búsquedas en los diferentes motores de búsqueda y que aumenta el número de visitantes al sitio. Incluye el SEO, el SMO (Social Media Optimisation) y el SMM (Social Media Marketing).
En algunos contextos, SEM se utiliza exclusivamente para definir el pago por click. El SEM utiliza publicidad pagada con Google AdWords. Este sistema es beneficioso ya que los anuncios SEM aparecen siempre en primer lugar en las búsquedas y el usuario tiende a pinchar en los primeros resultados. (Recordemos el “Triángulo de oro de Google). Tanto en SEO como en SEM, se realiza un análisis de palabras clave y ambos necesitan ser monitorizados y mejorados frecuentemente para ir optimizando resultados.
¿Cómo utilizamos SEO y SEM juntos?
SEO y SEM se utilizan para propósitos diferentes. El SEO nos permite tener buen posicionamiento natural en los motores de búsqueda y el SEM busca atraer más clientes a nuestra web, obtener conversión y reforzar nuestra imagen de marca. Tanto el SEO como el SEM se relacionan con el tráfico de la web.
Una de las principales diferencias entre SEO y SEM es que, aunque el SEO nos ayuda a mejorar el posicionamiento, es una disciplina cuyos resultados no son inmediatos. Los anuncios de SEM nos posicionan mucho más rápidamente en función de la puja que realizamos por las palabras clave que utilizamos.
Lo que hacemos cuando invertimos en SEM es comprar un espacio publicitario en el buscador que utilicemos. El más común es Google. Y la herramienta que utilizamos en Google Adwords. El SEM nos permite ocupar posiciones más ventajosas en los resultados de búsqueda y cada vez que un usuario pinche en nuestros anuncios, nosotros pagaremos la cantidad por la que hayamos pujado.
Por ejemplo, si acabamos de lanzar la página web de nuestra PYME, la mejor estrategia sería invertir cierta cantidad en SEM para ayudar a posicionar nuestro sitio. Según vayamos posicionando de forma natural (con nuestra optimización SEO) podemos ir bajando nuestra inversión en SEM. De esta manera conseguiremos el objetivo que nos hemos marcado y que no es otro que ganar visibilidad y atraer a más clientes.
El SEM es una disciplina apasionante que requiere mucha habilidad y mucha creatividad a la hora de la elección de palabras clave y de la redacción de las creatividades. Una campaña de SEM bien hecha puede resultar en grandes beneficios para tu PYME.